sábado, 29 de julio de 2017

Maestros/as, ¡qué suerte tenemos!

Tenemos la suerte de dedicarnos a la profesión que nos apasiona.
Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos exige mucha responsabilidad (aunque haya veces que se le olvide a la gente).
Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos da mucho más de lo que nosotros a ella. Se puede estar de acuerdo o no.

Cierto es que invertimos muchísimas más horas de las que pone en nuestro "contrato", que sabemos cuándo entramos pero no cuándo salimos, pillamos todo lo que no es nuestro y muchísimos aspectos más que se escuchan a todas horas (ya vemos que de educación todo el mundo "sabe"). Pero tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión con más vacaciones que muchas otras (vacaciones que son necesarias para no saturarnos, para liberar nuestra cabeza y para volver a llenarla de ideas y vacaciones para formarnos).

Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos permite trabajar con los compañeros mano a mano, en equipo, creando debates, discutiendo y solucionando esas discusiones, compartiendo ideas y trabajos, creando grandes proyectos; una profesión que nos permite aprender de ellos. Gracias.

Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos permite relacionarnos con los niños y ¡todo lo que ello implica! Preparar muy bien las actividades (aunque luego no llegues a hacer nada de eso porque alguno de tus niños tiene otra idea o porque el grupo, en general, ha continuado por otro camino y te ha parecido genial), estar al 100% y si no se está serán ellos los que se preocupen por ti, ser pacientes, saber escuchar (sus sentimientos y sus ideas, qué son muy grandes), dejar volar la imaginación, jugar con la creatividad... Una profesión que nos permite aprender de ellos. Los niños consumen mucha de tu energía, pero también te la dan. Y trabajar con niños es una gran responsabilidad, no porque no les pase nada (que también) sino porque les estamos ayudando a conocer el mundo, a ser personas, a tener ideas y a caminar en esta sociedad. Gracias.

Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos permite trabajar con las familias (y más). Qué importante es escucharlas a ellas también: sus inquietudes, sus miedos, sus ideas, su implicación... Tenemos la suerte de dedicarnos a una profesión que nos permite aprender de ellas. Gracias.

Tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta, de disfrutar con ello, de que me ponga retos, de conocer a grandes personas y personitas, de contribuir a algo tan grande e importante como es la educación. Siempre hay muchas piedras en el camino que sortear. Terminas el curso como si te hubieran dado una paliza pero ahí está el aprendizaje y el agradecimiento de los niños, de los compañeros y de las familias que hacen que te recuperes pronto y sigas adelante. Así que gracias a todos los que hacen posible esto.

"Natación" sincronizada en EF (artículo en A tres bandas)

Hace un tiempo, Rafa y yo escribimos un artículo para la revista A tres bandas sobre la "natación" sincronizada. Aquí lo dejamos:

Resumen:
Realizar natación sincronizada en la escuela, de por sí, desconcierta. Nosotros tenemos la oportunidad de presentar cómo la hemos llevado a cabo en varias escuelas de Aragón sin utilizar una piscina convencional: creándola nosotros mismos. Jugamos con la curiosidad, la imaginación, la emoción, la creatividad y nuestro cuerpo (principal instrumento de conocimiento del mundo) para desarrollar, prácticamente, todos los bloques de contenidos de Educación Física. Un contenido con un gran potencial educativo que es acogido con mucha ilusión por alumnos, compañeros y familias.
Palabras clave: natación sincronizada, Educación Física, creatividad, curriculum

Artículo:

Revista A tres bandas (nº39):