Los cuentos y las canciones están siempre presentes en la infancia, nos acompañan desde bien pequeños. Pero nosotros no nos conformamos solo con escucharlos: ¿qué sientes al escuchar una melodía? ¿Qué emociones aparecen? ¿Qué te dice una canción?
Que levante la mano quien, estando en casa, no se haya vuelto loco escuchando una canción de Bon Jovi o no se haya imaginado siendo uno de los componentes de Pimpinela.
Entonces, ¿por qué no utilizar la música para expresar con el cuerpo? Prácticamente, todos los elementos básicos del lenguaje corporal se ponen de manifiesto en la dramatización de canciones. Una muy buena actividad de expresión corporal.
