Primer curso que trabajo en un colegio casi completo y, en esta ocasión, con veinte niños de primero de primaria (acostumbrada a no pasar de doce niños se nota). Una de las primeras unidades del curso: las habilidades motrices básicas. La dinámica durante esta unidad era muy sencilla: asamblea para ver cómo está montada la sala y recordatorio de normas, juego y exploración libre y asamblea final en la que cuentan qué han hecho, con qué se han atrevido, si quieren decir algo de algún compañero... para hablar de lo ocurrido. Cada día, la sala se complicaba un poquito más. Esta metodología me encanta, no fuerza a los niños, respeta su ritmo de aprendizaje y maduración y aprenden a ayudarse. Por supuesto, ellos son niños que quieren conseguir su carnet de explorador y, para ello, tenían que explorar de todas las maneras posibles el territorio.
